¡Buenas tardes!
Vuelvo a estar por aquí con un tema nuevo. Me gustaría contaros un poco sobre todos los tratamientos que existen y para qué sirve cada uno. He decidido ir poco a poco para que no sea tan denso y os quedéis dormidos en la décima línea. Además creo que por separado se va a entender mucho mejor y de eso se trata ¿no?
Bien, allá vamos...
Las personas que trabajamos en el mundo de la óptica y la optometría esto es algo del día a día, muy básico. También lo es para las personas que llevan gafas desde hace más tiempo pero, aún así, hay que tenerlo muy claro porque todavía existen personas que no son conscientes de su verdadera importancia.
A diferencia de una lente totalmente blanca, estos tratamientos ofrecen protección, comodidad y, además sientan mejor estéticamente.
Hoy quiero centrarme en las lentes blancas, es decir, sin tratamiento y en las lentes con tratamiento antirreflejante.
Las primeras son lentes graduadas sin ningún tipo de tratamiento antirreflejante. Debemos de saber que todas las superficies producen reflexión, es decir, producen brillos muy molestos, deslumbramientos y pérdida de contraste.
Estos reflejos parciales perjudican la visión del usuario. Un ejemplo claro es en la conducción nocturna, o cuando se nos cruza un coche en sentido contrario. El conductor se deslumbra rápidamente y, en ocasiones, apenas puede vislumbrar objetos.
A la hora de trabajar con ordenador o luces artificiales, un buen tratamiento antirreflejante evitará síntomas de cansancio como la fatiga visual y/o dolores de cabeza.
A nivel estético estas lentes producen un efecto espejo, ocultando los ojos del usuario.
Como veis es muy importante invertir en un buen tratamiento antirreflejante incluso en correcciones bajas.
Una lente con tratamiento antirreflejante es una lente transparente, no va a ocultar los ojos detrás de los reflejos, la estética es más natural. Además al conseguir eliminar estos destellos en un 99%, mejoramos el contraste y disminuimos la fatiga visual y los dolores de cabeza que muchas veces se dan por no ponerle el tratamiento a las lentes.
Si queremos un incremento de beneficios existen antirreflejantes multicapa que están asociados a las siguientes mejoras:
- Lentes más limpias por más tiempo. Normalmente las lentes con tratamiento antirreflejante al ser más transparentes se aprecia más cualquier huella. En un tratamiento antirreflejante multicapa no se marcan las huellas. Además, se repele el polvo gracias al tratamiento antielectrostático. Éste bloquea las ondas de la carga electrostática, la cual atrae las partículas de polvo que se atraen al estar delante de un ordenador. Y también repelen el agua con el tratamiento hidrófobo. Por ejemplo, un día de lluvia las gotas no se adhieren igual con un antirreflejante multicapa.
En resumen, al reducir la facilidad con la que los fluídos se adhieren, la lente se ensucia menos y se consigue una superficie más suave y homogénea, por lo que a mayores, se facilita la limpieza haciendo que sean lentes más duraderas. Gracias al tratamiento de endurecido también se rayan menos.
En mi opinión, y creo que en la de todos los profesionales de la óptica y optometría, el tratamiento antirreflejante debería de ser obligatorio siempre pero sobre todo, en lentes progresivas (por su diseño) y en graduaciones altas. En este último caso, además, deberían de ser lentes reducidas para evitar también los reflejos de la parte biselada de las lentes (parte que se recorta y está en contacto con la montura).
En realidad el estilo de vida actual, donde predominan las luces artificiales, teléfonos móviles, pantallas de TV, ordenadores, etc... hace que este tratamiento sea ESENCIAL desde un punto de vista de salud visual.
¡No lo dudéis! ¡Vuestras próximas lentes que sean lentes con tratamiento antirreflejante!
Una vida, unos ojos ¡Cuídalos!