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AMETROPÍAS

¿QUÉ SIGNIFICA "VER BIEN"?

Las personas que “ven bien” se dice que son EMÉTROPES.

La emetropía es el estado refractivo en el que, con el ojo en reposo (acomodación relajada), una imagen de un punto alejado se forma en la retina (membrana neurosensorial sensible a la luz situada en la superficie interior del ojo) proporcionando buena visión.

Una persona que “no ve bien” se dice que es AMÉTROPE.

La ametropía es la alteración del poder refractivo del ojo en la que, sin acomodar, la imagen de un punto alejado se forma o por delante o por detrás de la retina y no se percibe con nitidez.

Que una persona sea emétrope o amétrope, es decir su estado refractivo, depende de cuatro factores:

  • Potencia de la córnea: la córnea debería alcanzar su potencia dióptrica adulta alrededor de los 4 años, es decir, a esta edad en un desarrollo normal del globo ocular una persona debería ser emétrope. Los miopes tendrán una potencia mayor frente a emétropes e hipermétropes.

  • Potencia del cristalino: aunque no se ha encontrado una relación significativa entre el error refractivo y la potencia del cristalino, es conocido que el cristalino varía a lo largo de la vida. Cuando esta variación conlleva un cambio en su índice de refracción puede ser responsable de cambios hipermetrópicos en la edad adulta.

  • Profundidad cámara anterior: la cámara anterior es la distancia existente entre la córnea y el cristalino. Es frecuente encontrar cámaras anteriores más grandes o profundas en miopes. Paradójicamente, el aumento en la cámara anterior implica una disminución de la potencia refractiva del ojo, por tanto, un cambio hacia la hipermetropía. Esto quiere decir que estas variaciones no se pueden considerar aisladas del resto del globo ocular, porque podría ser posible que estos cambios se produjeran para compensar una ametropía inducida por la longitud axial (esto es a lo que nos referiremos como proceso de emetropización. Este proceso permite el crecimiento de uno o varios componentes oculares de manera que compensa las variaciones en las dimensiones de otro componente).

  • Longitud axial del ojo: Cuando nacemos nuestro globo ocular mide unos 17-17.5mm de longitud. Hasta los 3 años tiene un proceso de crecimiento muy rápido alcanzando los 23 mm. Este proceso se ralentiza alcanzando el tamaño adulto, unos 24 mm, a los 13 años. Existe una relación clara entre la longitud axial y el error refractivo de manera que los ojos miopes suelen tener mayor longitud axial que los emétropes e hipermétropes. Aproximadamente 1 mm de longitud axial equivale a un cambio refractivo de 3,00D (dioptrías)

Existen tres tipos de ametropías:

  • Miopía: es un defecto refractivo que afecta al 40% de la población. Se presenta por igual en hombres y en mujeres y tiene una clara tendencia hereditaria. Suele desarrollarse en edad escolar y tiende a estabilizarse hacia los 20 años.

  • Es una ametropía caracterizada por presentar una potencia refractiva excesiva, de manera que, con el ojo en reposo, la imagen de un punto alejado se forma ANTES de la retina y se percibe como borrosa. Además, esta imagen será de mayor tamaño que la que se formaría en un ojo emétrope. Por eso cuando se corrige con lentes a un miope, refieren ver los objetos más pequeños. Además es muy importante saber, que a diferencia de un hipermétrope, el miope no puede mejorar su visión acomodando. Sin embargo, puede mejorar su agudeza visual de lejos estrechando su hendidura palpebral, es decir, guiñando sus ojos.

  • Los síntomas que puede presentar una persona con una miopía simple (no patológica, menor de 6,00D) son una disminución de agudeza visual de lejos y fotofobia (intolerancia normal a la luz). En una miopía magna (patológica y superior a 6,00-8,00D) los síntomas serán, además de los anteriores, escotomas (lesiones a nivel retiniano que pueden causar alteraciones del campo visual), miodesopsias (las conocidas como “moscas volantes”) debido a la degeneración del humor vítreo, metamorfopsias (alteraciones de la función visual a nivel central que provocan que las líneas rectas se vean torcidas o deformadas) y disminución de la visión nocturna.

  • Hipermetropía: es un defecto refractivo que afecta al 10% de la población.

  • Es una ametropía caracterizada por una potencia refractiva deficiente de manera que, con el ojo relajado (ausencia de acomodación), la imagen de un punto alejado se forma DESPUÉS de la retina y se percibe como borrosa.Comúnmente se cree que un ojo hipermétrope “ve mal de cerca” pero, realmente, lo que ocurre es que los hipermétropes estimulan su acomodación para ver nítido tanto de lejos como de cerca. Un hipermétrope joven puede corregir el defecto mediante este mecanismo de acomodación pero hay que tener en cuenta que éste disminuye con la edad y en situaciones de fatiga visual.La imagen que un ojo hipermétrope no corregido percibe es ligeramente menor que la de un emétrope o un hipermétrope corregido. Por este motivo, los hipermétropes pueden referir que ven “más grande” los objetos al corregir su ametropía.

  • Los síntomas que puede presentar una persona con hipermetropía son desde una disminución de la agudeza visual tanto en visión lejana como cercana, cefaleas frontales (dolores de cabeza que aumentan a lo largo del día y se asocian al trabajo en cerca), astenopia (síntomas inespecíficos como dolor de cabeza, ojos rojos, ardor de ojos, visión borrosa momentánea causados por la fatiga o esfuerzo visual), fotofobia hasta espasmo acomodativo ( exceso de acomodación que se puede confundir con una falsa miopía).

  • Astigmatismo: defecto refractivo que afecta al 15% de la población general. Puede darse de forma aislada o asociada a otro error refractivo (miopía o hipermetropía). El astigmatismo se debe a irregularidades en la curvatura de la córnea, de forma que los rayos de luz que llegan a la retina se ven deformados y hacen que la imagen sea borrosa. En otras palabras quiere decir que este defecto en la curvatura de los medios refringentes, impide la convergencia de los rayos luminosos en un solo foco. Así la imagen de un punto objeto no se corresponde con un punto imagen, si no con varios, definiéndose dos focales principales. A la distancia entre estos dos focos principales se les llama “Conoide de Sturm”. Un astígmata va a intentar corregir la borrosidad de las imágenes mediante la acomodación, es decir, la contracción o estiramiento del cristalino ( lente que se encuentra dentro del ojo y nos sirve para enfocar las imágenes), de forma que una de las dos zonas focales se coloque sobre la retina permitiendo ver clara una parte del objeto enfocado. Cuando la acomodación falla por cansancio o fatiga al final del día, el astígmata volvería a ver todas las imágenes borrosas.

  • Las personas con astigmatismos leves no suelen presentar una gran sintomatología a menos que realicen tareas que requieren visión precisa. Por este motivo, pequeños astigmatismos pasan inadvertidos hasta que se realiza una exploración visual. Algunos de estos síntomas pueden ser: astenopia (que puede producir fotofobia, lagrimeo, vértigos, náuseas o cefaleas frontales) o agudeza visual sin corrección razonablemente buena, aunque suelen decir que “los ojos se cansan” o “las letras se desdoblan o tienen sombra”.

  • Los astigmatismos elevados pueden referir visión borrosa (tanto en lejos como en cerca), visión doble, imágenes con sombras en monocular (un solo ojo), disminución de la hendidura palpebral (guiñar los ojos para conseguir enfocar), acercamiento excesivo para la lectura intentando conseguir un aumento de la imagen en retina o tortícolis para intentar compensar el defecto con la postura de la cabeza. Las cefaleas y los síntomas astenópicos son menos frecuentes, aunque pueden aparecer después de la corrección parcial con gafas.

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